La opresión de la mujer:

Durante siglos y siglos, el machismo imperante ha condicionado la vida de las mujeres, negándoles la posibilidad de desarrollarse íntegramente:

“Si una mujer habla (…) irrespetuosamente a un hombre, a esa mujer se le aplasta la boca con un ladrillo cocido”
.(Edicto de Urukagina, rey de Sumer, en 2350 a.C.)

“No corresponde a una mujer decidir nada por sí misma, sino que está sometida a la regla de las Tres Obediencias. Cuando es joven siempre tiene que obedecer a sus padres; cuando está casada tiene que obedecer a su marido; cuando es viuda tiene que obedecer a su hijo”.

(Mencio, filósofo chino, 320 a.C.).

“Bendito sea Yavé porque no me hizo gentil; bendito sea Yavé porque no me hizo esclavo; bendito sea Yavé porque no me hizo mujer”.(Texto del Talmud hebráico)

“Si sorprendes a tu esposa en adulterio, puedes matarla impunemente sin juicio; pero si tu cometes adulterio o actos indecentes, ella no debe atreverse a ponerte un dedo encima, ni tampoco la ley lo permite”.(Marco Catón, Sobre la dote, 200 a.C.).

"Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones”.

(San Agustín de Hipona, siglo IV d.C.)

“Las buenas mujeres son obedientes y guardan en secreto lo que Alá ha guardado. En cuanto a aquellas que temáis que se rebelen, amonestadlas, haced que duerman en camas separadas y azotadlas”. (Mahoma, El Corán, 4,34, 626 d.C.).

“Hay un principio bueno que ha creado el orden, la luz y el hombre y un principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer”.(Pitágoras)

De hecho son muchas las manifestaciones de la dominación masculina que han formado parte de la vida cotidiana de las mujeres: privación de la educación, violaciones, maltrato físico o psicológico, acoso sexual en el trabajo, discriminación…etc.

Pero, ¿ya lo hemos superado? ¿No tienen cabida en nuestros tiempos frases como estas?....

Lo triste es que la mayoría de las mujeres de hoy en día, no alcanzan a comprender que aún siguen llevando una máscara que las hace invisibles, insignificantes y, en algunos casos, hasta inútiles e inservibles. Que existen muchos hombres que no consideran a las mujeres como iguales, y mujeres que aceptan esos planteamientos como merecidos, bien sea por la educación que han recibido, el entorno que las rodea, o simplemente, por la aceptación inconsciente de símbolos y costumbres del entorno que las rodea, el cual las margina y oprime. 

Lo cual nos lleva a la difícil cuestión de: ¿Cómo podemos cambiar esto?

Pues, sin lugar a dudas, lo principal es proponerse hacer algo al respecto. En Andalucía, por ejemplo, ya contamos con el “Plan estratégico Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía”.

Y no caben dudas respecto al avance que supone, en materia de igualdad, la creación de dicho Plan, por lo que resulta de vital importancia que el Plan incluya la necesidad de educar en la igualdad, puesto que la educación es un pilar fundamental en la socialización de las personas, y, por lo tanto, el mejor medio para impulsar el proceso de transformación de un problema social que se perpetúa en el tiempo, como es la desigualdad de género.

Además del hecho de insistir en la educación en valores, que resulta esencial, ya que nuestra sociedad sufre una evidente crisis de aquellos valores que constituyen la base de la vida en común, como son la solidaridad, la tolerancia, la igualdad y el respeto, entre otros.

Quizás sea con el paso de generaciones y generaciones cuando consigamos eliminar los roles opresores que acompañan a las mujeres, y conseguir una sociedad justa, e igualitaria, que respecte y acepte a la mujer como persona, con accesos a todas las esferas sociales sin barreras sexistas, sin roles asociados a hombres o mujeres, dónde determinadas actividades, gustos o preferencias solo se asocien a cuestión de gustos, dónde haya mujeres que se dediquen a la mecánica automovilística, y hombres heterosexuales que creen boutiques de moda o costura…., hoy día actividades dirigidas a personas según su sexo, no sus preferencias.

Por todo ello una de las principales cosas que debemos hacer es educar a nuestros hijos con nuevos valores, enseñarles actividades asociadas tanto a niños como a niñas, y dejar que ellos decidan que les gusta, enseñarles el respecto por las personas, por los gustos de los demás, a saber perder y a saber ganar….

Porque ellos son el futuro y nosotros sus guías, porque si quieres cambiar el mundo siempre puedes empezar por lo más básico.